Frenkie de Jong Barcelona 2021-22Getty Images

Todos los caminos conducen a Frenkie De Jong

La salud financiera del FC Barcelona es más que delicada. El club azulgrana acumuló el 56% de las pérdidas de LaLiga en la temporada 2020-21 y el 40% de la deuda neta. La deuda total de la entidad asciende a más de 1.400 millones, la deuda a corto plazo es de 730 “kilos” -y eso que se pudo refinanciar- y el fondo de maniobra negativo sobrepasa los 600 millones. Hacía más de diez años que el Barcelona no tenía unos fondos propios por debajo de cero. Un contexto terrorífico para poder llevar a cabo una reconstrucción institucional y deportiva. Excedido en su límite de coste salarial (-144 millones), con serios problemas para inscribir jugadores y obligado a aplicarse la regla del ‘1 por 4’ (por cada 4 millones que ahorre podrá usar 1 para fichar), el club está centrado en aumentar sus ingresos. ¿Cómo? Vendiendo activos. El Barça está pendiente de poder rubricar y anunciar los términos del acuerdo con ‘CVC’ (aumentaría su “fair play” pero reduciría un % de sus ingresos anuales por derechos de TV) y todavía sigue buscando comprador para el 49% de la productora de contenidos audiovisuales ‘Barça Studios’ y ‘BLM, la empresa propiedad del club que lleva el negocio de merchandising. Por estas dos sociedades, la entidad azulgrana sigue esperando ofertas que le convenzan. Propuestas existen, pero no son lo suficientemente interesantes para cerrar la operación pronto, pese a las prisas. Fuentes consultadas confirman a GOAL que, incluso consiguiendo activar todas estas palancas económicas antes del 30 de junio, el Barça tendrá que vender jugadores. Algunos de ellos, titulares. 

De Jong, pieza clave para poder “hacer caja” en verano

El Barça necesita liquidez de manera urgente y en las oficinas del Camp Nou escucharán las ofertas que lleguen por el 80% de una plantilla, que apenas tiene 5-6 jugadores que sean intransferibles (Eric Garcia, Araujo, Pedri, Gavi, Ferran Torres y Ansu Fati). Y ahí entra en escena Frenkie De Jong. El holandés tiene mercado, es una pieza cotizada y según apuntan fuentes consultadas por GOAL, si el club recibe este verano una oferta que ronde los 50-60 millones de euros, se sentará a negociar. No es que el holandés se quiera ir, ni que Xavi no esté contento con su rendimiento. Se trata de algo más sencillo. De la necesidad imperiosa del Barça de hacer “caja”. De Jong es uno de los pocos futbolistas de la plantilla que tiene un valor de mercado alto, que tiene cartel y por el que pujarán varios clubes si finalmente se le coloca en el escaparate. Durante los últimos años siempre se ha especulado con el fuerte interés de Manchester United y Bayern de Múnich en el holandés. Con Erik Ten Hag en Old Trafford -el técnico que le hizo crecer en el Ajax-, el camino se allana. Hasta ahora, De Jong era ‘intocable’. Ahora, con la situación económica que atraviesa el club, si llega una buena oferta, se abrirá la puerta de salida.

Vender a De Jong generaría plusvalía que sería “un buen pellizco”

Cabe recordar que Frenkie De Jong llegó al Barça en la temporada 2019-20, previo pago de un traspaso al Ajax por 75 millones de euros, más 11 en variables de fácil cumplimiento. En total, 86 “kilos”. La anterior junta le firmó un contrato extraordinario, con un salario de 12 millones netos por temporada, 24 brutos, con una cláusula de rescisión de 400 millones. Es decir que, por De Jong, que acaba contrato el 30 de junio de 2026, aún quedan 34 millones de euros pendientes de amortización. De ahí que el Barça, obligado a escuchar ofertas este verano, vea con buenos ojos una futura venta del holandés, siempre y cuando llegue una buena oferta, superior a 50 millones de euros. Es más, algunos ejecutivos del club, en privado, consideran que, si llegase una hipotética oferta por 60 millones, sería “prácticamente irrechazable” en las actuales circunstancias financieras del Barça. Entre otras cosas, porque un hipotético traspaso del holandés por 60 “kilos” generaría unas plusvalía de 26 millones. Mientras que, por ejemplo, si lograsen cerrar un traspaso por 70 millones, esa plusvalía se convertiría en una plusvalía de unos 36 “kilos”. Un buen pellizco. 

No escuchar ofertas sería una irresponsabilidad

La situación no es un plato de buen gusto para ninguno de los actores. Ni para De Jong, que ha pasado de intocable a transferible; ni para la directiva, que sigue pensando que es un jugador de categoría, presente y futuro. Pero la situación es la que es. No sobra un euro, se necesita dinero y aunque se vendan activos, también habrá que vender jugadores. Sin reservas, sin ambages. Y todos los caminos conducen a Frenkie De Jong. Si llega una buena oferta, el club escuchará y negociará. Entre otras cosas, porque en este contexto económico, no hacerlo sería un ejercicio de absoluta irresponsabilidad por parte del club. Parafraseando a Ronald Koeman, esto es lo que hay.

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